FICHA TÉCNICA
Título: Asfixia
Autor: Chuck Palahniuk
Editorial: De bolsillo
Año de publicación: 2001
PALAHNIUK Y SU ODA A LA FEALDAD:
Chuck Palahniuk es un escritor irreverente, original y
transgresor, o grosero y asqueroso, obsesionado por demostrar el lado oscuro y
desagradable de las cosas. Depende de cómo se mire. Para mi gusto, está en el
límite entre una cosa y la otra.
Para que te hagas una idea, si a John Fante lo comparaba con
la Velvet Underground, Palahniuk sería como Albert Pla, o como unos Sex Pistols
con sentido del humor.
Me hace gracia hablar sobre qué es buena y mala literatura,
porqué a mí me cuesta a veces distinguir una de otra. Palahniuk habla sobre
medio kilo de semen encontrado en el estómago de una adicta al sexo, pero ¿si
hablara de las grandes pasiones del alma sería mejor escritor? Sinceramente, no
lo sé. Quizás tiene mérito que escribiendo como escribe y tocando temas tan
escatológicos y repulsivos, esté tan bien considerado.
Por eso creo acertado compararlo con Albert Pla o los Sex
Pistols ¿Los Sex Pistols eran malos? Desde un punto de vista meramente musical,
diría que sí. Pero desde un punto de vista sociológico seguramente fueron
geniales.
Palahniuk pretende ser como el señor que describe en su
novela, el que se hacía fotos mientras una mona le iba metiendo castañas por el
culo: una mezcla entre algo cómico, repulsivo, descarado y sin complejos.
Como si quisiera decir: me importa nada lo que pienses, o si estéticamente no es aceptable, simplemente me gusta hacer esto. Es más: pretende que nos planteemos qué es más absurdo: si este señor o la mayoría de las cosas que están aceptadas socialmente.
Como si quisiera decir: me importa nada lo que pienses, o si estéticamente no es aceptable, simplemente me gusta hacer esto. Es más: pretende que nos planteemos qué es más absurdo: si este señor o la mayoría de las cosas que están aceptadas socialmente.
Claro que hay que saber interpretar el fondo de la cuestión,
porque no es tan fácil ver este mensaje en todo lo que te va explicando.
Precisamente esto es lo malo: la superficie, que es la forma tan peculiar de
expresarse junto con el hecho de tratar temas tan escabrosos, ensombrece el
fondo, que puede no quedar claro para mucha gente, que puede pensar: vale, es
un escritor descarado y desagradable, ya está. Es fácil quedarse solo con eso,
y no culpo a los que lo hagan.
Interpretar que es una crítica feroz a ciertos valores
sociales, que es una forma de reivindicar que otra forma de vida también
existe, que no todo es lo que parece y que vivimos en un mundo totalmente absurdo,
donde no hay nadie sin un mínimo de locura interna, no siempre es fácil puesto
que no lo dice directamente.
ASFIXIA:
El protagonista es un chico joven llamado Victor Mancini,
que se dedica a visitar a su madre demente al hospital, a acudir a reuniones de
adictos al sexo, a trabajar haciendo de criado irlandés en una representación
de los primeros tiempos de la América colonial para turistas, y a atragantarse
en restaurantes para que sus salvadores le envíen cheques (de ahí viene el
título Asfíxia).
El tema principal es la madre del protagonista y la relación
poco convencional que tiene con ella. Todo lo demás, incluso su adicción al
sexo, se ve relegado a un segundo plano.
Pero por encima de todo esto, yo añadiría un tema que está
detrás de los bastidores durante toda la novela: la ya nombrada absurdidad. Una
absurdidad a veces teñida de drama (sobre todo en cuestiones que atañen a su
madre) y otras veces de comicidad (las relativas a las visitas hospital, a las reuniones
de adictos al sexo o a la actitud del perturbado de su amigo Denny).
La absurdidad en esta novela va casi siempre cogida de la
mano de la mentira. Parece que no importe qué es verdad y qué es ilusión en la
vida de Mancini: se dedica a ser solo lo que los demás esperan de él, por eso
su vida es una gran farsa. Mancini es un abogado de oficio, es el que violó el
perro de una señora, el que hizo una gran estafa, el que ahorcó a un pobre
gatito, el que pegó a la hermana de una abuela hasta casi matarla, es al que
alguien ha salvado de morirse asfixiado en un restaurante, y hasta es el mismo
Jesucristo. Todo para contentar a los demás. Porque los demás quieren alguien a
quien culpar de sus desgracias, alguien que los admire porque le ha salvado la
vida, alguien diferente de quien él es en realidad. También pasa lo mismo con
su madre, que cuando era joven había sido masajista, pero un día se le fue de
las manos y empezó a tener sexo con sus clientes. Cada visita era alguien
diferente: a veces era Agatha Christie, a veces Cleopatra, a veces Carol Lombard, Indira Gandhi o Margaret Mead, pero nunca era ella
misma. Parece que los protagonistas no hagan más que huir de ellos mismos de
una manera ridícula y penosa.
Pienso que si bien algunas películas son no aptas para menores de 18 años, algunas novelas también deberían serlo, y ésta es una de ellas. Desde luego, no se trata de una novela que pueda recomendar a cualquiera. La gruesa superficie teñida de frases cortas y directas, con descripciones crudas e incluso ofensivas, impide que todo el mundo la entienda como se merece. O quizás es que directamente es mala, porque no se sabe explicar. ¿Te tiene que entender todo el mundo para ser buen escritor? ¿O ser buen escritor es que es que no todo el mundo te pueda entender? Como he dicho al principio, me cuesta distinguir qué es buena o mala literatura. Lo que puedo decir es que si te gustan las novelas diferentes con personajes poco convencionales y no te asusta el lenguaje soez, puede que te guste.
Aquí dejo el trailer de la adaptación al cine. No he
visto la peli por lo que no puedo opinar, pero sí veo que es comedia, y se centran
mucho en la relación con Paige Marshall, una enfermera (o no) del hospital donde
la madre de Victor está ingresada. En el libro no se hace tanto hincapié en
ella, aunque supongo que el lenguaje del cine, aunque sea indie, exige un
poco de protagonismo a las historias de amor.