sábado, 23 de agosto de 2014

Ni de Eva ni de Adán: Una europea viviendo en Japón



FICHA TÉCNICA 

Título: Ni de Eva ni de Adán
Autora: Amélie Nothomb
Editorial: Anagrama (Éditions Albin Michel, en Francia)
Año de publicación: 2009 (2007 en Francia)

AMÉLIE NOTHOMB:
Cuando hice el tercer curso de francés en la Escuela Oficial de Idiomas, tuve que hacer una ficha de lectura sobre alguna novela en lengua francesa, para luego exponer el resumen del libro en clase. Así fue como conocí a Amélie Nothomb.
Escogí para el caso La metafísica de los tubos, un libro que pese a lo complejo que pueda parecer por el título, es muy fácil y rápido de leer. La gracia de este libro es su enfoque, ya que está escrito des del punto de vista de un bebé (la propia Amélie des de que nace hasta los tres años de edad), y va explicando las etapas por las que va pasando y su evolución. Es verdad que no es una novela espectacular, pero hay que decir que es sincera y sin complejos, y sobre todo, rompe moldes.
Dicen de ella que su mayor valor como escritora es la originalidad, valor que sin duda, me he encontrado en las dos novelas que he leído: La metafísica de los tubos y la que comentaré ahora más detenidamente: Ni de Eva ni de Adán. Aunque yo añadiría que su otra marca personal es un gran sentido del humor al contar las situaciones. A continuación veréis porqué.

OPINIÓN:
Se trata de una novela donde te muestra el contraste entre dos culturas que tienen muy poco en común, como son la francófona (pero que se puede perfectamente extender a la  europea en general) y la japonesa.
Pese a que hoy en día todo lo japonés esté muy de moda y estemos ya bastante familiarizados con muchos aspectos de su cultura (como la gastronomía, el mundo del manga y del anime e incluso la estética), se trata de un país, como descubrimos en la novela, que está mucho más lejos de Europa de lo que nos podamos imaginar en cuanto a costumbres, tradiciones y mentalidad. 
Este choque entre culturas da pie a una serie de situaciones surrealistas a la par que cómicas entre los dos protagonistas (sobretodo por los comentarios, muchas veces irónicos, que hace para sí la misma protagonista). Los protagonistas son la propia Amélie, y un rico chico japonés (Rinri) a quien Amélie da clases de francés. La acción sucede en Tokio, y la autora nos hace recorrer algunos sitios de la ciudad, como son el parque de los Juegos Olímpicos o el parque Shirogane; fuera de Tokio también van a Hakone (Kanagawa), Hiroshima, Kansai, el monte Fuji, el monte Kumotori Yama, y la isla de Sado.
Empieza siendo una novela entretenida y simpática, que parece no tener demasiadas pretensiones, pero a medida que una va avanzando en la lectura ésta se va volviendo cada vez más intensa. El momento cumbre es cuando la protagonista se encuentra en el monte Kumotori Yama, a partir de entonces todo toma un aire más serio, incluso dramático. La intensidad va ascendiendo progresivamente, hasta llegar al final. Un final muy acertado, por cierto.
El sentido del humor y la gran claridad y sencillez a la hora de expresarse son las dos cosas que hacen que esta novela se pueda considerar buena durante la mayor parte de ésta. La implicación de la protagonista con el paisaje de Japón y sus montes, su desesperación, sus dudas, su pasión, su necesidad de huir que configuran el final del libro, hacen que esta novela se pueda considerar excelente.
El ritmo de acción es perfecto y en poco tiempo ya has acabado el libro entero: no explica más ni menos de lo que necesitas saber. No te aburre.
En resumen, es una novela fácil de leer, entretenida, con muchas dosis de humor sarcástico (sin resultar en absoluto desagradable), que sorprende por un final mucho menos frívolo del que se podría esperar de una novela de este tipo.


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