martes, 26 de agosto de 2014

La trilogía de Katherine Pancol


Como todas las novelas que he ido leyendo desde la inauguración del blog hasta ahora me han ido gustando, voy a hacer una excepción y rescataré de mis recuerdos una trilogía que leí hace tiempo y que no recomiendo hacerlo. No es que sea una trilogía insoportable de leer ni se trata de lo peor que me he leído ni mucho menos. Simplemente, si no te la lees… no te estás perdiendo gran cosa, puesto que es entretenida y poco más. Se trata de la siguiente trilogía de la francesa Katherine Pancol:


  • LOS OJOS AMARILLOS DE LOS COCODRILOS
  • EL VALS LENTO DE LAS TORTUGAS
  • LAS ARDILLAS DE CENTRAL PARK ESTÁN TRISTES LOS LUNES

Esta trilogía lo más original que tiene son los títulos de los libros, y las partes más interesantes y potentes desde un punto de vista literario son las que hablan de la muerte y de cosas más oscuras que no delataré. Pero incluso cuando trata estos temas queda raro, puesto que durante toda la trilogía se habla de otras cuestiones, como las relaciones y la interacción entre los personajes, y da la sensación que han metido como un calzador este punto oscuro y de misterio para darle un poco de vidilla a la historia general. Aún así, consigue atraparte y engancharte, pues quieres saber qué pasa (aunque el ritmo de acción sea, sobre todo en el segundo libro, bastante lento).   
Otro punto negativo es que Katherine pasa de la primera a la tercera persona y al revés como si tal cosa, hecho que marea un poco al lector. Sinceramente, no sé hasta qué punto la autora ha querido innovar, pero en todo caso, resulta molesto.

La trilogía en sí tiene puntos interesantes y la calidad de la forma en la que está escrita (pese a lo dicho en el párrafo anterior) se ve oscurecida por su mayor fallo: su superficialidad, pues no profundiza en las tramas y menos en los personajes.
Los personajes principales son los siguientes:
  • Está la típica ama de casa apocada, un poco gorda e insegura, a la que todo el mundo le parece tomar el pelo. Luego cambia, pues pasa de ama de casa a una escritora de éxito que tiene dinero, y ya no es insegura ni está gorda. Como en una película americana mala.
  •  Por otro lado nos encontramos una joven consentida, superficial y que va de lista, pero que es muy guapa, valiente y realmente es muy inteligente a la par que astuta. Igual que Blair, la protagonista de Gossip Girl (para quien no lo sepa, Gossip Girl es una serie teen sobre un instituto de niños ricos, basada en unas novelas que algún día de estos comentaré).  
  •  Luego está la réplica de la adolescente en mujer mayor, siendo mujer florero y que es mala malísima.
  •  También hay una señora mayor, fría, calculadora y sin sentimientos, obsesionada con el dinero. Obvia decir que también es mala malísima.

Por como son los personajes os podéis imaginar que la pobre ama de casa gordita es una víctima en todo esto puesto que los demás todos son unos superficiales que solo piensan en las apariencias y en su propio interés. Pero es todo tan obvio que resulta muy infantil. No hay matices en los personajes, pues carecen de complejidad: A la ama de casa, por ejemplo, la pintan tan exageradamente bobalicona al principio que, en mi caso, le cogí hasta manía. Todo el mundo es tan caricaturesco y tan lleno de clichés que aburre.
Esto sucede en el primer libro: Los ojos amarillos de los cocodrilos.





En el segundo, El vals lento de las tortugas, la importancia de los personajes se ve alterada y aparecen nuevos personajes, algunos de ellos bastante más atractivos por enigmáticos. Están envueltos en tramas más sombrías que hacen que la historia en general tenga mucho más gancho. Lástima que estos temas más oscuros no estén mejor integrados en toda la historia al completo.
Incluso con este nuevo gancho, la lectura resulta por momentos bastante pesada, pues los personajes que ha ido añadiendo y muchas de las tramas nuevas son más relleno que otra cosa.






En el tercero, Las ardillas de Central Park están tristes los lunes, las historias de amor son las que tienen más peso en el argumento general. Cada personaje sigue con su lucha personal: la ama de casa quiere no ser tan tontita, la adolescente empieza a ser un  poco humana y así con todos.
Si bien es cierto que la evolución que toma cada uno de ellos es lógica, también es cierto que es tan previsible que te preguntas si Katherine solo improvisó con el final.
También introduce un elemento de surrealismo o de magia en un personaje que es el hijo de una de las parejas, que tampoco encaja en absoluto con la dinámica general de la trilogía y que chirría más que otra cosa en el contexto general.



A parte de ser una trilogía previsible y llena de tópicos, como comentaba, el problema de todo esto es que hay un cierto moralismo sobrevolando por cada uno de los libros, y las altas dosis de azúcar no ayudan a tolerarlo.
En resumen, no está mal del todo (siempre hay novelas peores) pero hoy en día hay novelas realmente interesantes y con mucha más profundidad y calidad, donde los personajes no son o buenos o malos, o tontos o listos. 

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